Por moonman
Es interesante ver cómo Gepe fue creciendo con la década: inició siendo una de las novedades independientes de Chile con esporádicas presentaciones en México, poco a poco fue ganando más y fiel público con grandes sencillos y colaboraciones culminando, hoy en 2019, firmando con Sony Music (al igual que nuestra querida Francisca Valenzuela).
Sí, es triste dejar atrás a quienes lo apoyaron desde un inicio como Quemasucabeza, o dejar de tocar en pequeños recintos como el Pasagüero para entrar a un Teatro Metropolitan, pero un alma libre necesita de las herramientas necesarias para potencializar su talento y posiblemente ahora sí llegue a niveles que nunca había pensado al trabajar con otros artistas latinos con proyección internacional (obvio no estamos hablando del Reggaeton).
El primer fruto de esta era es “Prisionero“, el cual está influenciado por la banda Los Llayras, el cual, como gran parte de lo que ha hecho, está influenciado por la música andina pero con un toque colombiano. La producción corrió a cargo del Cachorro López, uno de los más grandes en Latinoamérica que ha trabajado con Julieta Venegas, Vicentico o Miranda!.
Los Llayras fueron súper importantes como inspiración para este tema porque tienen que ver con el espíritu que yo tengo viniendo de Chile, que es la mezcla de cosas latinoamericanas de manera bastante desprejuiciada; o sea, hay una música andina tocada en México, por este grupo, que tiene también influencia colombiana, y esa mezcla me pareció súper original y me sentí cercano a eso, por eso usé ese ritmo y esas letras.
“Prisionero” mantiene esa vibra que ha distinguido a Gepe: letras de esperanza guiada por el amor, de lucha constante para llegar a ese momento de tranquilidad y amor perfecto. Daniel Riveros sigue y seguirá dándonos retratos imaginarios de un mundo más perfecto, pero posible.