The Drums demostró su amor por México en El Plaza Condesa
Por Aarón Cortés
A pocos días de que The Kooks cancelara su visita a México, recibimos el anuncio de que The Drums sería su sustituto en los festivales Live Out y Coordenada, además de recibir su propio show en El Plaza Condesa. Y a pesar del escepticismo de muchas personas (“¿otra vez The Drums? Qué flojera”) este último logró hacer sold out en menos de un mes.
Curiosamente un día antes del evento, publicaron dos nuevos temas donde Jonny Pierce se “separaba” de la banda, anunciándose como un conjunto de acompañamiento (Jonny Pierce x The Drums) cosa que llama bastante la atención (no es un secreto que él es el único miembro original y dueño del proyecto), pero pasó desapercibida en este concierto. Aunque debemos decir que toda la atención se concentró en el frontman y el resto de los músicos quedaron (por mucho) en segundo plano.
La escenografía fue bastante simple: la cara gigante del frontman y varios espectros paralelos que cambiaban de color junto con las luces, que también limitaron su gama de matices. Tal vez esto se debe a que gran parte de la “magia” del show, consiste en ver a Pierce contoneándose por todo el escenario al ritmo de los temas que nos han acompañado ya durante casi 10 años (considerando que el álbum debut salió en 2010), y un buen balance que se pasea por todos sus materiales.
De hecho, tuvimos la suerte de apreciar el regreso de “Down By The Water”, como un regalo especial a sus fans más clavados o de tiempo atrás. Sin dejar de lado la interpretación de “Meet Me In Mexico”, un tema lanzado en septiembre de 2017 como apoyo a los damnificados del 19S (pues todas las ganancias serían recaudadas para asociaciones especiales), que se consolidó muy rápido como un himno de amor entre The Drums y nuestro país.
Durante un pequeño descanso a mitad del show, Jonny Pierce aprovechó para dar un anuncio especial, donde reveló que de ser por México, él tal vez no seguiría haciendo música. Además, dio un pequeño discurso sobre aceptar quiénes somos en realidad y no dejar que la gente se interponga en ello, pues tarde o temprano encontraremos un lugar (o familia) donde nos sintamos cómodos.
Un descanso perfecto a mitad de semana, donde se respiraba buena vibra y mucha energía por parte de la banda, así como el público (aunque cachamos a un par de menores de edad malacopeando) que no sólo se dedicaron a cantar “Money” y “Days”, tema de apertura, que a pesar de ser una de sus canciones más populares ya ha sido un poco desplazada en el setlist, dejándole el cierre a “Blood Under My Belt”.
Después de esto no nos queda duda de que tendremos The Drums para rato (al menos en nuestro país), uniéndose a la lista de bandas que a pesar de que nos visiten seguido, siguen contando con el apoyo de la gente y vendiendo sus shows como pan caliente (¿alguien dijo Interpol?), sin dejar de darnos un espectáculo de calidad.
La gran incógnita es ¿cómo funcionará el formato de este proyecto la próxima vez que se aparezcan en la CDMX?
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