Natanael Cano
Óscar Maydon
La primera noche tumbada
Por Alejandro Ramírez @le_fraktal
Hemos perdido la cuenta de los meses ante la espera de un cambio de color en el semáforo epidemiológico, a la par de una identificación ahora será conveniente cargar con el certificado de vacunación, y ante la primera oportunidad de volver a disfrutar música en vivo, el estado más puro y leal, nada mejor que apreciar algo histórico.
Puros corridos tumbados, seguramente el término puede resultar familiar, o dar una idea absolutamente contraria a su esencia, de lo que no hay duda es que es un fenómeno que atrae a propios y extraños, sobre todo almas jóvenes que apropiándose de otras culturas adquieren una identidad propia.
Se extrañaba el ritual de llegar al venue pero no a los revendedores, el Auditorio BB cambia su mote pero no su condición de sala de conciertos, y retoma la actividad con la fecha antes pospuesta de la primera presentación de Natanael Cano en la CDMX, tal vez pensábamos tan ajena al fenómeno actual de la música norteña, y más importante: de la música Regional Mexicana. Ese género que crea su propia popularidad, la música auténticamente hecha en México, con una riqueza de sub-géneros brillante (porque no todo es “Banda”) y cuyos iconos siguen brillando gracias a la magia de las canciones de las cuales nunca puedes renegar en el eterno cliché que implican unos tragos de tu bebida alcohólica favorita.
Música de Los Dos Carnales para romper esquemas previos, videos de Fuerza Régida con millones de views, pero también videos con un chingo de hate como el de Jenny69, Justin Morales demostrando por qué desde morro aprendió a ser bien cabrón, el conocido Christian Nodal para que la gente cante.
Oscar Maydon, botella en mano, cual halcón vigilando el territorio para que pase el convoy, con el “La Noche Empieza” y se pone cada vez mejor: un cover a “Vete Ya” de Valentín Elizalde y la historia del famoso Chino Antrax. Y entre el público la pasarela de sneakers y el estatus: si traes Jordan o AF1 posiblemente consumes, si pisas Yeezy u Off-White tal vez vendes, si traes Dolce Gabanna o Louboutin eres el que distribuye. Es casi obligación que si traes hoodie Bape camo uses la capucha, gorras de juego New Era aunque no te importe el nombre del pitcher abridor del último juego de la temporada de los Medias Rojas de Boston, el bolso Supreme para acarrear el vapeador Cookies con cart de híbrida gelati.
“El Diablo” aparece entre llamas: “Me la navego en todos lados, siempre con ojos tumbados en la bola destacado, siempre piso con cuidado, soy alegre y desatado, la vagancia me ha gustado, estoy bien relacionado y de espantos bien curado. No se metan con el diablo que pueden salir quemados”. Y es cuando el unísono de un coro ávido de ver a su ídolo particular estalla. Toda esa energía que no iguala ver clips de videos en TikTok, esa música tan simple pero tan magnética, ese ritmo al que no estamos acostumbrados, el fervor de una escena que se gesta entre relatos de héroes y villanos.
“Llenas las Cuentas” con Oscar Maydón y Dan Sanchez en el escenario, este último el protagonista de el corrido “El Diablo” e igualmente artífice de este sonido que se gestó en Los Ángeles y que en México encontró su dominio y en los servicios de streaming su base de reclutamiento, desde el Triángulo Dorado hasta Tulum, para aquellos que le rezan a Chalino y a Tupac, para aquellos que crecieron escuchando a Los Tigres del Norte y a NWA, de Compton a Culiacán, cuerdas elegantes que nos recuerdan a Chamín Correa y sus requintos imposibles pero con un toque norteño.
Puro “Porte Exhuberante” en escena: una pouch bag Bape, pares de Nike SB y Jordan 4, porque la ropa la venden pero el flow no se compra como dice Myke Towers, y sobre todo el sonido del bajo acústico, tumbado, slapping frenético, casi como Fieldy en Korn, o como si Flea hubiese nacido en Los Mochis y pasado su infancia escuchando a Carlos y José, Miguel y Miguel, Juis y Julián. Si hay algo fue fascinante de esta primera experiencia de ver corridos tumbados es en vivo es la ejecución de los músicos, cual sicarios alertas a los radios para acatar las ordenes del jefe que se deja llevar por “El Drip”
Con la muñeca bien repleta de “Diamantes”, menospreciado por Pepe Aguilar, criticado por Ramón Ayala, pero celebrado por aquellos que como de costumbre navegan en la lumbre, Natanael Cano saca las “Pacas Verdes” para brindar y celebrar, faltó “El de la Codeína” en la carta de tragos pero siempre hay forma de alivianarnos, y es este primer encuentro con el género en el que descubro su poder de hablarle a aquellos que se sienten perdidos, dolidos y con el “Amor Tumbado” y esta forma en la que el amor a medias se ha vuelto moderno como dice Bad Bunny: “La canción se acaba y tú constante, el WhatsApp me lo estás llenando de mensajes, hey, ya no llames, que el amor también se volvió odio, recordé”. Hasta hay una versión de este tema con El Potrillo Alejandro Fernández. Por los ghosteados, los traicionados, o los que solo son parte del ganado.
“Recordando a “Compa Bladi”, “Vengo de Nada” con Alemán como invitado, Rancho Humilde y Homegrown Mafia, porque el talento a pesar de las diferencias siempre se encuentra, porque la música tiene la magia de devolvernos la vida, porque no sabíamos qué hacer ante un nuevo sonido, nos quedó apreciarlo y valorarlo, y esperar volver a escucharlo pronto.
Ya con esta me despido: la Ciudad de México se comportó a la altura, propios y extraños presenciamos historia, y rompimos una sequía de conciertos y catarsis necesaria. Nadie miraba tan “Arriba” a Natanael Cano y él se da el lujo de parafrasear a Ed Maverick, tirar flow como Santa Fe Klan, y dejarnos con ganas de escuchar a Herencia de Patrones. Nuevos sonidos que tal vez algunos no comprendan pero que están forjando su propia leyenda, de esas que solo los corridos saben contar.
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