Por Ernesto Acosta Sandoval
Si tuviera que escoger a una banda en activo en este momento como mi favorita, sin duda, sería Arcade Fire. Desde hace casi 20 años, han sido una constante en mi vida. Los he visto las tres veces que han venido al país. Desde The Suburbs, me he comprado todos sus discos en preventa.
Mi amor por ellos me recuerda a esa emoción que sentía por otras bandas en mi adolescencia. En el RPM he escrito sobre sus primeros tres discos cuando han cumplido años, y lo más probable es que, el próximo año lo haga cuando Reflektor cumpla su primera década. Cada lanzamiento suyo, desde Neon Bible me emociona y suelo dejar de hacer lo que estoy haciendo en el momento para ponerle atención al primer sencillo de su nuevo disco cuando suena por primera vez. Recuerdo haber ido de camino a la universidad en mi auto cuando estrenaron “Keep The Car Running” en 2007. No me encantó, pero poco a poco se me fue metiendo en el sistema y forma parte del que con el tiempo se ha convertido en mi disco favorito de Arcade Fire. “The Suburbs” la escuché por primera vez en un mp3 que me pasaron mientras trabajaba en mi proyecto para entrar a la maestría. Me voló la cabeza. “Reflektor” sonó en el radio por primera vez en un trayecto a una comida familiar. Misma sensación que con la anterior. Unos años después, “Everything Now” me había intrigado desde que leí la noticia de que Win Butler dirigió al público cantando durante un concierto en Nueva Orleans y los grabaron para lo que sería su siguiente sencillo. Cuando por fin salió, una sonrisa invadió mi rostro. Lo que sucedió con el resto del álbum, es otra historia, pero que bien se podría conectar con el lanzamiento de “The Lightning I, II”, que se estrenó hoy después de casi cinco años de silencio por parte de la banda.
La mailing list de Arcade Fire nos puso sobre aviso el lunes que hoy salía “The Lightning I, II”. Hoy, me esperé a llegar a casa, con calma, pero mucha emoción, me senté en mi sillón favorito y le di click al link que venía con el texto introductorio escrito por Win en el mail que enviaron a las 10 AM. Mis expectativas, no voy a mentir, estaban por los cielos. Everything Now, mientras más lo escucho, incluso cinco años después, menos me gusta. Siento que fue una pérdida en la dirección de la banda, un álbum inconexo, con un par de buenos sencillos pero incompleto. Después de cinco años, con una pandemia de por medio, el mundo en un estado deplorable, uno siempre puede confiar en la música de su banda favorita. Seis minutos y veinte segundos después, no supe qué pensar.
Estrictamente hablando, “The Lightning” son dos canciones separadas. En el mejor de los casos, suena a un regreso a la estructura de las canciones de Funeral, esas en las que la primera mitad hay una cadencia lenta y seductora y en la segunda todo estalla dejándote sin saber qué te pasó por encima (pienso en “Wake Up”, “Crown Of Love” o “Rebellion (Lies)”). En el peor de los casos, Arcade Fire ahora suena a Coldplay, al peor Coldplay, además. Lo que les jugaba a su favor hace 18 años, aquí parece que se les dispara en la cara, la inocencia con la que pedían que despertáramos, el ansia Punk por deshacerse la garganta y bailotear por todo el escenario aporreando tambores, han quedado atrás . Su optimismo y su echaleganismo (“I won’t quit on you, don’t quit on me”) suena, a estas alturas y por ponerlo amable, trasnochado, corporativo, y falso.
¿De verdad esto es todo lo que tienen que decir después de tanto tiempo con“The Lightning I, II”? ¿”Jesus Christ was an only son”? Chale. ¿Habrá que esperar al resto del álbum? WE sale el 6 de mayo. A ver.
