Stick to the B.E.A.T:
15 años de † de Justice
Por Ernesto Acosta Sandoval
Érase una vez una época en la que el reino de la música Electrónica se había mudado a París. En esa época, DJs, MCs, productores, promotores y dueños de clubes, convergieron en una pequeña disquera independiente de nombre Ed Banger. Ahí, a mediados de la primera década del siglo XXI, se gestó el futuro del género. De ahí, en 2007, salió el golpe más fuerte que se le atestó en mucho tiempo al sonido de los sintetizadores, secuenciadores y demás. †, el debut de Gaspard Augé y Xavier de Rosnay, bajo el nombre de Justice, fue el soundtrack de buena parte de aquel año y algunos más por venir. Pero su llegada al mundo llevaba preparándose desde hacía, al menos, unos tres o cuatro años. Augé y Rosnay tocaban en clubes parisinos y londinenses, remixeaban a quien se dejara, rolaban sus mixtapes a quien estuviera dispuesto a escucharlos. Como si estuviesen preparando el terreno para lo que vendría.
Una buena parte de † fue grabada, literal, desde lo subterráneo. El dúo tenía un pequeño estudio (Le Silencio) en una cripta, aclimatada con un par de bocinas baratas y nada de lo profesional que se pudiera esperar. Cuando se aplicaron a poner en un disco todo lo que ya llevaban años tocando en vivo, la lógica indicaba que el resultado sería algo inconexo, lleno de miles de sampleos irreconocibles, sin mayor pretensión que poner a sudar y a bailar al público. Sin embargo, Rosnay ha dicho que † es una ópera-disco. Y sí. Para sorpresa de todo mundo, el álbum fluye de un momento a otro sin que se le noten las costuras. No queda claro si cuenta una historia, y quizá no importe mucho, pero durante 50 minutos, casi de manera ininterrumpida, Justice bombardea tus oídos, te obliga a ponerte a bailar y, si le subes al volumen adecuado, es la clase de música que hace sudar bocinas, paredes y techos. Es hermosa distorsión (“Newjack”), bellísima disonancia (“Stress”, “Phantom I & II”), beats gruesos (“Genesis”), homenajes a Michael Jackson (“D.A.N.C.E.”). Casi puedes ver y tocar las luces estroboscópicas que acompañan las presentaciones en vivo del dúo. Es un álbum hecho de retazos que suena imposiblemente original. Hasta la portada con su homenaje a T. Rex resulta notable.
† le abrió las puertas a Justice al estrellato internacional, a giras masivas, a premio tras premio, pero también abrió el camino para otros artistas igual de propositivos e interesantes. SebastiAn, Uffie, DJ Mehdi (estos dos con participaciones en el álbum), Mr Oizo pudieron convertirse en lo que se convirtieron a partir de aquí. Justice, por su parte, se convirtieron en los superstar DJs que los Chemical Brothers profetizaban apenas unos años antes. Y sólo tuvieron que subirle al volumen a sus secuenciadores.
