Una celebración a la nostalgia con los hits de Franz Ferdinand

Franz Ferdinand

The Vaccines

Una celebración a la nostalgia con los hits de Franz Ferdinand

Comenzamos esta reseña con el hecho de que, a pesar de nuestro mayor esfuerzo, no pudimos ver la presentación de The Vaccines en lo que prometía ser una combinación perfecta de bandas para darnos un show inolvidable. Pero desde el momento en que Franz Ferdinand apareció en el escenario, curó ese vacío con la calidez de “No You Girls“, porque una noche llena de hits debe arrancar con el pie derecho.

De hecho, esta nueva gira de hits despertó nuestra curiosidad para ver qué tendrían que ofrecernos en esta ocasión, luego de que su participación en el Corona Capital 2019 también estuvo dedicada a los hits y un pequeño paseo entre toda su trayectoria. Claro que ahora disponían de todo el Palacio de los Deportes y tiempo de hacer set completo con mayor interacción con los fans, dándole oportunidad a Alex Kapranos de extender las canciones tanto como quisiera, con tal de añadir el dramatismo y énfasis necesario para despertar la emoción del público; dejando así de lado los limitantes de agenda y espacio que suelen ocurrir en festivales.

Lo cierto es que dentro del marco de la nostalgia y todo aquello que suelen hacer las bandas en los conciertos de aniversario, Franz Ferdinand sabe que es importante detenerse a mirar el pasado con amor de vez en cuando, como una muestra de agradecimiento a todos los fans que los han apoyado desde el inicio y la oportunidad de que todos aquellos que éramos demasiado jóvenes en sus inicios, pudiéramos tener una probadita de cómo era la esencia de sus shows en aquel entonces (con momentos como el cierre de “Outsiders” donde retomaron la tradición donde terminan tocando las percusiones, al igual que hace 20 años).

Aunque dentro del conteo de canciones el álbum que tuvo mayor presencia fue el primero, hubo tiempo de apreciar lo mejor de cada uno de sus trabajos con temas como “Glimpse of Love”, “Right Action”, “Evil Eye” y “Always Ascending”. Sin embargo aquellas que tuvieron más peso en el ánimo del público fueron aquellas que nos han acompañado en cientos de historias como “Do You Want To”, “The Dark Of The Matinée” y “Ulysses”. Y definitivamente no podemos excluir a “Jacqueline” y “Michael” que también pudieron brillar entre el resto.

Considerando que esta vez existió la famosa “Zona B”, que consta de unas gradas colocadas alrededor de la pista para que la gente pueda ver mejor y más cerca, hubo bastante espacio para poder saltar y bailar; así como un incremento entre la cantidad de vendedores de cerveza y elementos de seguridad que tal vez hubieran hecho nuestra experiencia menos placentera entre una multitud más grande.

Un momento que no puede quedar fuera de este texto fue cuando Alex Kapranos recibió a su respectivo Dr. Simi, y más allá de la nueva “tradición” adoptada (casi a la fuerza) este año, lo sorprendente fue que él mismo respondió algo como: “gracias por mi Doctor Simi”, porque claramente alguien lo preparó antes de salir a escena, con todo lo que se había perdido de los comportamientos entre el público mexicano desde su última visita. También recibió y leyó un letrero de un fan con la frase: “Gracias por salvar mi vida desde 2004”, y aprovechó la oportunidad para agradecer el apoyo de todas las personas que continúan apoyando a la banda, asegurando que nosotros también salvamos sus vidas.

Franz Ferdinand forma parte de las bandas de los pioneros del Indie Rock, que a pesar de llevar presentes tantos años (en especial en los de México), no tienen miedo de mostrar su entusiasmo y amor por la gente. Kapranos se la pasó hablando entre canciones, pero debido a su rara forma de gesticular y el eco del recinto, pocas veces se entendía con claridad de lo que estaba hablando (al menos en la zona donde nosotros nos encontrábamos).

Tal vez el único “pero” para este concierto fue el audio, pues aunque nos encontrábamos en pista y cerca de la banda, la distorsión y el eco hacían que las letras de las canciones se escucharan muy poco y a veces era difícil seguirle la pista a los cambios improvisados (como cantar más lento ciertas partes).

Por otra parte, los visuales constaron únicamente de las tres pantallas que mostraban lo que ocurría en el escenario y de vez en cuando mostraba visuales sencillos (como el nombre del grupo en un letrero neón al inicio del concierto, estática de televisión, etc) para capturar la atmósfera requerida para cada pieza.

No podríamos estar más felices de tener de vuelta a un proyecto cuyo amor y aprecio por México es recíproco, ahora con una oportunidad más de apreciar lo mejor de su carrera previo al lanzamiento de cualquier otro material que pueda dejar fuera nuestros clásicos favoritos de su set. Después de todo, la variedad es aquello que hace un concierto memorable, y debemos entender que a veces es mejor dejar ir esos hits para no aburrirnos con “lo mismo de siempre”.

Por ahora quedamos más que conformes con la gente perdiendo el control al ritmo de “Take Me Out” y el gran cierre con la versión extendida de “This Fire”, que demuestran que sin importar el cambio de alineación, el paso de los años y el venue en cuestión: su energía y presencia sigue igual de fresca e imponente que en sus inicios. Pocas bandas pueden decir que en cada visita a nuestro país nos regalan momentos inmemorables y en definitiva, Franz Ferdinand es una de ellas.