21 años después y The Invisible Band sigue sonando admirable
Por Josuelo
Han pasado 21 años desde que Travis lanzó su tercer álbum, The Invisible Band, y esta gira conmemora el aniversario del disco con un recorrido de principio a fin. El cuarteto escocés integrado por Fran Healy, Andy Dunlop, Dougie Payne y Neil Primrose que luego de una pandemia y solo tres años de su última visita al Corona Capital de 2019 regresa a un nuevo recinto: el Velódromo Olímpico, un estadio que se encuentra en buen estado y adaptado de manera correcta para el concierto, literal a unos pasos del metro que, a pesar de las larga fila, avanzó en orden y de manera rápida.
La primera visita de Travis al país fue hasta 2004 con su cuarto álbum de larga duración. Muchos recordarán que en esa época los conciertos no eran tan comunes, por lo cual escuchar en 2022 el disco completo y en orden para aquellos de más de 30 años, fue toda una experiencia ya que antes era muy común escuchar los CDs completos. Justo a las 8 de la noche y teniendo a la luna llena de testigo, muy puntuales iniciaron el show y así como lo mencionó Fran sería una noche especial, similar a tener a la banda tocando para ti en la sala de tu casa y esto se notó ya que por momentos el concierto parecía karaoke en temas con “Sing“, “Side”, “Flower in the Window“, eso que fueron los sencillos oficiales.
El Velódromo con pasto artificial, contó con un par de barras de cerveza y alcohol, baños y merch oficial. Aquí cabe destacar que el recital se disfrutó de sobre manera ya que no hubo vendedores de cerveza que pasaran todo el tiempo bloqueando la vista o matando el momento catártico mientras cantabas “Dear Diary“, “b” o la joya emo “Indefinitely“.
Detrás de la banda se podía ver la imagen de un árbol con las ramas que hace referencia a la portada del disco y que en cada canción el fondo iba cambiando de color. El concierto de los escoceses fue nostalgia pura, Fran siempre mantiene el contacto directo con la audiencia entre canción y canción, compartía algún dato, anécdota o momento de aquella época, 21 años después y el disco sigue sonando admirable, ahora a la distancia se nota una cierta mirada New Age hacía a la vida, las energías y la naturaleza, pero el tema universal al amor sigue vigente, la clásica “The Humpty Dumpty Love Song“.
Luego de 12 canciones y finalizar la primera etapa del espectáculo (no incluyeron los bonus tracks que se venían en la edición japonesa “Ring Out the Bell” y “You Don’t Know What I’m Like“) llegó el turno de ocho hits y una rareza, “The Line Is Fine” canción de su álbum debut, que no suelen tocar, pero fue una petición especial de un fan y dentro de las bonitas tradiciones que se están volviendo costumbre, hubo una pareja que no perdió la ocasión para hacer una propuesta matrimonial, previo de que la agrupación tocará “Selfish Jean“, como era de esperarse y que sucede en cada presentación de la banda una explosión de energía se generó con su gran hit de 1999 “Why Does It Always Rain On Me?” en la cuál todos los asistentes brincaron al ritmo de los acordes.
Quedó claro que el amor que la banda siente por el país y al ser una presentación casi memorable en el Velódormo, hubo un segundo encore con “U16 Girls” de su primer disco y para sorpresa de muchos llegó el cover de AC/DC a “Back in Black” y así con los ánimos al tope la banda se despidió porque tenían que correr para irse al aeropuerto, una entrega más donde Travis muestra que aún entre ellos se llevan bien, lo disfrutan y aún hay amistad entre ellos y que estas giras de nostalgia no se trata solo del dinero, que la felicidad que les provoca estar frente a sus fans la transmiten y lo entregan todo.