Foto David Barajas @daviddbarajas
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Por Diego Álvarez Rex
Uno creería que a estas alturas es sabido que el Sisters of Mercy que existe actualmente es prácticamente una banda distinta a la de los videos y discos de los 80s, pero debido a que cada gira hay un considerable grupo de personas que es la primera vez que los ve en directo, no faltará el shock de aquellos que se enfrentan a un concierto que no saben si les gustó o no.
Curiosamente, este año es posiblemente uno de los más exitosos en muchísimo tiempo para el conjunto liderado por Andrew Eldricht que, después de irse lentamente desmoronando como cabeza de cartel a principios de los 90s y volverse un amorfo acto de nostalgia con una veintena de canciones “nuevas” en sus recitales sin nunca editar, se encuentra en medio de una extensa gira del norte al sur del continente, regresando a EUA y partes de Sudamérica donde no había tocado en casi 15 años.
Todos los shows de esta gira por América han sido en lugares grandes, con lleno total y de excelentes reseñas de lo que para muchos en Europa (y en nuestro caso que lo tenemos relativamente seguido), es un concierto que suele polarizar por ser más orientado a la Electrónica y a temas inéditos, que a los clásicos y el Rock Gótico que muchos dicen la banda “perfeccionó”. ¿Ha usted ido a un concierto de Tricky? Más o menos así, está lejos de ser lo que uno espera y por lo mismo, acabado el show uno sale con sentimientos encontrados.
Sisters of Mercy tiene en estos momentos la alineación más amarrada que ha tenido en años, Ben Christo, Ravey Davey y la recién adición de Dylan Smith mantienen a la banda con un sonido potente, rápido y muy pulido. Se sabe que los arreglos de canciones que originalmente duraban hasta ocho minutos ahora duran seis y son más electrónicos que rockeros, más el ritmo que mantiene la alineación es bala tras bala sin poder descansar. Lo mejor es que los temas clásicos como “Alice”, “Marian”, “Ribbons” y “Dominion” se mimetizan perfecto con canciones que siguen sin ser lanzadas tras 30 años de ser tocadas noche tras noche como “Crash and Burn” y “Summer”, agregando al sorpresa de todavía aún más material inédito que genuinamente es bueno y no relleno como “Don’t Drive on Ice”, “On the Beach” y “When I’m On Fire”. ¿Algún día veremos ese esperado disco de material nuevo de Sisters? Apenas el año pasado sacaron una recopilación de sus sesiones de la BBC que fue un éxito, así que la esperanza aún no muere del todo.
El encore obviamente fue lo que más recordarán aquellos que fueron, al tratarse de las tres canciones más icónicas de la banda de un jalón: “Lucretia My Reflection”, “Temple of Love” y “This Corrosion” como premio por aguantar casi 10 canciones totalmente inéditas entre un selecto puñado de canciones de sus únicos tres LPs; el sonido pudo, como siempre, ser un poco mejor y la banda abridora, Prismatic Shapes, pasó un poco sin pena ni gloria al tratarse de otra banda que evoca un sonido y estilo de música que va para 50 años de antigüedad y más que un estilo ya es casi un disfraz, más la noche como una experiencia en general valió totalmente la pena para este cada vez más creciente público que ama el Rock Gótico y el Post Punk.
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