Reseña: The Big Pink /// Future This

The Big Pink
Future This
4AD/Terrícolas Imbéciles
4.8

Por: Luis Arce (@lsfarce)

En el 2009, The Big Pink probó que era posible construir un éxito de radio acompasado por la fuerza electromagnética y sicotrópica de cada aspecto que podamos imaginar en el shoegaze de finales de los ochentas y comienzos de los noventas. “Dominos” presentaba a la banda como una estupenda aglomeración de influencias, pero con la soltura e inteligencia suficiente para concentrar éstas en una propuesta discretamente individual. Ese álbum, A Brief History of Love terminó por ganarse el cariño de la crítica y cierto número de seguidores que evidentemente disfrutaban la energía alterada de otros músicos, aprovechada de buena manera por este dúo londinense. Luego vino Tapes, un experimento más bien pobre, consistente en realizar mixes desencantados de bandas que trabajan con elementos afines a The Big Pink –las versiones de Ego War de Gang Gang Dance y Hubble de Actress, son bastante respetables–.

Es verosímil entonces, pensar que los nuevos y viejos esquemas de composición tomarían un papel importante en una banda dispuesta a asumir ciertos riesgos. Creer que estos muchachos británicos pueden apartarse de combinaciones prefabricadas para generar éxitos relativamente significativos. Esperen… yo realmente nunca creí nada de eso. Es cierto, A Brief History of Love no es un mal disco, pero hubiera sido preferible que la carrera de The Big Pink se detuviera ahí. Entre la inocente inmediatez que conlleva asumir influencias de una forma más directa y enriquecedora, y la fuerza de coros radicalmente performativos. Digo esto, únicamente porque Future This es un álbum odioso. Ni siquiera es un ejercicio. Cargado de una gran presunción por especificar un sonido casi mecánico entre el synth-pop y la neo-sicodelia, pareciera que la única pretensión real de este álbum es la vigencia del grupo en el ambiente musical.

Future This parece construido con la lógica de ser un álbum deseable, participe de una coordinación, cuyo único propósito es la esquematización de severas catástrofes conceptuales –gente bailando, sin ningún motivo aparente, por ejemplo–. Con esto quiero decir, que éste es otro álbum de formulario, incluso contiene uno de esos himnos indie al que nuestra generación habrá de entregarse sin muchos cuestionamientos: “Stay Gold”, por mucho la canción mejor realizada del álbum – y quizás la única. A partir de ese momento, no sucede nada. Este álbum muestra que Furse y Cordell son incapaces de superar sus limitaciones. Por lo tanto deciden correr en todas direcciones –aunque más bien es como una carrera en círculos– en busca de una respuesta que precise o subraye la utilización de ideas inmaduras durante el resto del álbum. The Big Pink necesita repensar los métodos empleados aquí y la viabilidad de estos métodos en el concepto de agrupación al que podrían encaminar todos sus esfuerzos.

Video: The Big Pink /// Stay Gold