Fotos: moonman @ Lollapalooza
Los años noventa vieron innumerables estilos musicales colocarse entre las listas de popularidad: el grunge norteamericano, dance pop genérico, el sonido Manchester, la pelea entre costas del hip hop, el trip hop de Bristol, los breakbeats a base de sampleos y demás estilos que sonorizaron la frenética década de los noventas. Radiohead apareció en el contexto del grunge post-Nirvana cuando se escuchó por primera vez “Creep” en la radio. Ellos perseguían el estilo de Sonic Youth, R.E.M. y los Pixies en sus inicios con éxito en este lado del continente; sin embargo, su natal Bretaña los rechazó.
La música de Radiohead ha trascendido los últimos años de la música popular por su constante rebelión contra la industria, la política, el mundo y hasta ellos mismos. En este momento, es difícil concebir que nuevos proyectos compongan canciones sin utilizar alguno de los diferentes recursos que los de Oxford han heredado a la industria; pero en sus inicios no los bajaban de “one hit wonders”. Un berrinche de saboteo hecho por Jonny Greenwood hizo que “Creep” tuviera el impacto que repercutió hasta la subcultura emo, pero también puso a Radiohead en el mapa entre toda la oferta de similares. Ese maldito primer sencillo fue la “cruz” en su carrera, pero también fue la primera razón de su supervivencia.
Una vez que conoces el éxito tienes dos opciones: perseguir más o caer en conflicto hasta renunciar. La amistad que une a estos “oxonianos” les llevó a cuestionar lo que hacían y si querían trascender por un himno o por una carrera.
Recibir tanta admiración les abruma, pero ellos han honrado a diferentes músicos para poder continuar con su trabajo. Nombres como Jeff Buckley, The Smiths, DJ Shadow, The Beatles, Neu!, Autechre, Krysztof Penderecki –así como los ya mencionados Sonic Youth, R.E.M. y Pixies- han ayudado a que la identidad de Radiohead se establezca como una banda propositiva, aunque se descubra que no es totalmente original.
El estilo de canto con falsetto de Morrissey o Jeff Buckley alcanzó la apreciación de Thom Yorke; este a su vez lo trasmitió a otras generaciones de apellido Martin o Bellamy –asi como en Chris y Matt, respectivamente-. Los sombríos clics y ejecuciones kraut que se tomaron de la disquera Warp y el trabajo de Michael Rother (Neu!) para el período Kid A / Amnesiac aún no son tan evidentes en la influencia sobre electrónica; sin embargo, el hip hop ha hecho uso de esta bajo los nombres de The Roots utiliza sampleos de “You and Whose Army?” para la canción “Atonement”; Dan Le Sac vs. Scroobius Pip utilizan los primeros acordes de “Planet Telex” y asi montar la base en la que suena “A Letter from God to Man”; Gnarls Barkley hace el cover a “Reckoner” y Kanye West ha mostrado devoción hacia los de Oxford, pese a que ellos no aprecian su aportación a la música. La admiración de Jonny Greenwood hacia músicos clásicos como el citado Penderecki y Oliver Messiaen han abierto los oídos de un público que ignora la aportación de semejantes gigantes de la música contemporánea.
Radiohead ha extendido su legado hacia otros estilos y ha generado admiración mundial. Una muestra son los tributos realizados por el Vitamin String Quartet a Kid A y OK Computer o virtuosos del piano como Christopher O’Reilly. Aprovecha su renombre para poder moverse a placer dentro de la industria. Yorke ha tenido colaboraciones con músicos que admira desde R.E.M. o Four Tet, hasta Björk, PJ Harvey, Modeselektor y muchos otros más. Ed O’Brien y Phil Selway han colaborado con Jarvis Cocker, Sinead O’Connor o el ex Crowded House, Neil Finn. Los hermanos Greenwood han expandido sus fronteras en género y han compuesto música para bandas sonoras: Colin tocó el bajo para “Woodpecker” de Alex Karpovsky, mientras que Jonny compuso el score de los filmes Bodysong y There Will Be Blood.
En este devenir musical, también han recibido innumerables homenajes a modo de remake. Músicos desde Tears for Fears, Alanis Morissette, Vampire Weekend, Cold War Kids, Brad Mehldau, Prince, entre innumerables músicos más, han interpretado en vivo reversiones a originales de Radiohead. Incluso hay pasajes en la historia de estos “oxonianos” donde han intercambiado vocalistas con otros conjuntos. Thom Yorke tomó el lugar de Michael Stipe en R.E.M., mientras que el de Atenas, Georgia ocupó la misma posición con Radiohead. Pese a que este quinteto se ha hecho presente en la industria en diferentes círculos, músicos y estilos, tanto la crítica como las premiaciones no han hecho justicia de su trabajo.
El caso más significativo es la entrega del Mercury Music Prize –premio que honra a la música británica más trascendental en un año-. Cuatro de sus álbumes han sido nominados al premio y en todas ha sido derrotado. En los premios a la música británica –Brit Awards- ha recibido catorce nominaciones y sólo ha ganado tres veces el premio al “Mejor Álbum Alternativo”. Los Grammy tampoco han hecho justicia para la banda con tres diferentes nominaciones al “Álbum del Año” –entre muchas otras más-, pero con victorias repetidas en los rubros de “Mejor Empaque para Edición Especial” y “Mejor Álbum Alternativo”… nuevamente.
Sus videos innovadores tampoco han recibido justicia por parte de MTV, aunque eso se agradece en la actualidad del canal. La única premiación que ha reconocido la grandeza del Quinteto de Oxford es la revista Q, la cual los declaró tres veces seguidas “Mejor Acto en el Mundo en la Actualidad”. Consideraciones a nivel mundial que no son reconocidas como se merece; sin embargo, la banda respondió a la industria con la exitosa venta de In Rainbows. El impacto más claro de que el futuro de la música ya no recae en gigantes disqueros, sino en ofertas de calidad.
Sin importar como termine o como comience, Radiohead ya dejó una marca imborrable en la música popular. Por diversión, por rebelión o por innovación, el quinteto de Oxford ha sacudido las conciencias de aquellos que viven sedados por el consumismo y el “bling-bling”, pues no son ajenos a esa masa. Influyentes o influidos, vale la pena recordar el verso de “Thou Shalt Always Kill” para recordar que “Radiohead… just a band” aunque está sea la última en la escena que se puede considerar como auténtica en el planeta mainstream.
La redacción de esta nota esta horrenda.
Me hace ruido deberia poner atención con sus autores, y ser mas selectivo con los mismos, buenas ideas mal expresadas, es una lástima que la nota mala tuviera que ser con Radiohead…
Excelente información en víspera de uno de los conciertos más esperados del año!!
Mau Contreras – Dime donde puedo ver algún artículo publicado por ti, por tus comentarios no espero menos que verte en Rolling Stone o alguna revista de prestigio.
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