Cápsula
Guadalupe Plata
Xoel López
Zenet
Texto y Fotos: BigIdeas (OzCorp)
El miércoles en la noche fue una gran noche para la música española en la ciudad. Por un lado, Havalina se presentó en El Imperial, dejando a todos los asistentes boquiabiertos con su potente sonido; y por el otro lado, en el auditorio del Centro Cultural España (qué bueno que se volvió a abrir éste espacio, es un lugar muy agradable para disfrutar de conciertos) se celebró una edición más del Sounds from Spain.
Esta iniciativa comenzó a realizarse en el 2009 como una forma de mostrar los muy diversos estilos de música que se hacen en España. Esa primera presentación incluyó bandas como Los Planetas, Christina Rosenvinge, o Triángulo de Amor Bizarro. La versión de éste año nuevamente destaca por su eclecticismo y nos trae cuatro propuestas muy interesantes.
Zenet, originario de Málaga, fue la elección ideal para abrir la noche. Con un estilo relajado, mezclando Jazz con elementos de Tango y Flamenco, fueron los que más público tuvieron. Acompañados por un gran trompetista, las canciones se volvían el equivalente a vestirse lentamente con terciopelo. Se podía sentir el espíritu de Frank Sinatra o Samy Davis Jr. en la sala por la forma como se desenvolvía sobre el escenario.
Xoel López, que viene desde Galicia, tuvo problemas técnicos con la conexión con de su guitarra al inicio y optó por tocar sin monitores en lo que se solucionaba. Aún cuando la gente lo apoyó y se quedó callada mientras cantaba, se veía molesto con la situación y quizás por esto su set fue el más corto de la noche. Canciones acústicas para darle la parte Folk a la velada.
Aquí hubo un cambió del orden de los grupos y Cápsula se adelantó. Trío radicado en Bilbao, desde el principio dejaron establecido como sería el asunto y soltaron una barricada de ruido bastante impresionante para solo ser tres personas. Mezclando rock con Garage con Kraut con el atasque de Velvet Underground con sabe que más; Martin Guevara, en una mezcla de Lux Interior y Faris Badawan se la pasó alzando la guitarra, saltando con la guitarra, ofreciendo la guitarra y en general haciendo lo que hacían las bandas de rock: destruir oídos y hacernos a bailar.
La última banda, Guadalupe Plata, aún cuando manejan el mood rockero, se fueron por otra vena. Tomando sus influencias del Blues, la banda era como un monstruo que salió del peor pantano de Nueva Orleans, tocando un rock sucio, que termina embarrando todo lo que toca. Cabe resaltar el bajo, que constaba de solo una cuerda que salía de una cubeta. De los más impresionante de la noche.
Después de una noche muy satisfactoria, solo queda esperar a ver qué sorpresas nos tienen el año que viene los organizadores.
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