Kevin Drew
Darlings
Arts & Crafts México
6.9
Por José Marr @JR_Marr
No se puede hablar de Kevin Drew sin mencionar que más de 3/4 de su alma le pertenece a Broken Social Scene, todo una institución para la escena Indie canadiense, cualquier nombre que esté ligado a ese seudónimo, tiene de antemano un buen referente en su historial. Pero Drew es el co-fundador, y desde siempre uno de los más importantes encargados de lo que dicho grupo componía, así que sería difícil decir que algo de él en solitario tiene nulo parecido con Broken Social Scene, pero Darlings, su segunda aparición en singular, lo logra.
Tomando en cuenta que para su primicia anterior Spirit If necesitó el nombre de BSS para ser impulsado, los nexos de aquel trabajo con él, eran bastantes, al fin y al cabo, no obtuvo un gran reconocimiento como el mismo Drew hubiese esperado. Darlings por su parte, ahora sí es su esencia, algo mucho más intimo, ya no es el colectivo, si no solo, Kevin Drew. Pero, la vieja costumbre parece ser más grande que las nuevas ideas, no es que la música de Drew sea de mala calidad, pero, es la intimidad misma con la que se pretende seducir, la que a veces adormece cualquier intento, aquí se le ha puesto el nombre de “My God”, pero a su vez, a sabiendas del terreno donde se está jugando, es el trato con su voz y con la calidez de sus ambientes, los mismos que pretende no deteriorar, y así lo logra en “You Got Caught”.
Gran parte de Darlings se ocupa de cuestionar el punto de vista de su creador frente al amor y el sexo. No pretende hablar de forma cómica del sexo, como es lo más común, y en este caso, es mejor ser hablado por uno solo que por todo una agrupación, he ahí el punto a favor. Es por eso que ahora Drew se acerca a esos temas con mucha más sutileza, con el tacto adecuado, incluso con respeto. En efecto, eso se encarga de demostrar las 2 primeras canciones del álbum “Body Butter” y “Good Sex”, cuales valen todo el álbum. Sin embargo, Drew parece más interesado en el tratamiento de estos temas con la intimidad, que a elaborar algo de proporciones mayores, un gran disco que sea sustentable durante 11 temas, aunque sin duda, no deja de ser funcional. “Good Sex”, en particular, brilla como una de las mejores melodías en el expediente, y se muestra cómo una beta donde los nuevos arreglos de Drew, en especial los que son creados por efectos de computadora, son auténticamente nuevos y propios.
El álbum tiene momentos en los que a Drew se entrega a algunos de sus otros malos hábitos, temas que se vuelven demasiado soñadores en los que las líneas de guitarra en reverencia brillan a través de un aire viciado de la distorsión, y sobre los nuevos sintetizadores onda nostálgica y pulsantes loops de batería (“You Gotta Feel It”, donde ademas no hay mucho que hacer, excepto repetir y repetir el titulo de la canción); en un camino parecido es “Bullshit Ballad”, que es lo más cerca que Kevin Drew trata de imitar a Broken Social Scene y única en el disco que usa un pedal de estilo contrario, se acerca peligrosamente a las memorias de aquel álbum homónimo del colectivo canadiense, aunque la grandilocuencia sonora del track, apenas es mediana.
No obstante, Drew ha sabido aclimatar su voz a esta nueva temática, y eso es lo más fascinante del álbum, resaltado en “Mexican Aftershow Party” donde el fraseo es hábil. Quizá el gran punto en contra es que con su banda anterior Drew había logrado alcanzar una cima con Forgiveness Rock Record, algunos medios aseveraban, era la obra maestra de Broken Social Scene, Darlings siendo creado por el co-líder del grupo, no es un reinicio drástico, si bien diferente, no drástico, y en ese camino, no es un golpe de éxito abrumador, es cuando el disco no peca siquiera de ser aventurero al ser un esfuerzo solitario, parece más una meditación musicalizada. En última instancia Darlings triunfa al mostrar a Drew con el poder de brillar con una luz diferente, teniendo en cuenta eso, entonces no parece mala idea formalizar su carrera solista y olvidarse del pasado.