Por moonman
Fotos BigIdeas (OzCorp)
Con Diamantes, la banda de Pamplona, España sufrió una especie de desincronización temporal, ya que al ser el primero que lograba tener una fuerte repercusión del otro lado del Atlántico, orilló a El Columpio Asesino a empezar de nuevo, a pesar de que en la Península Ibérica llevaban un buen tramo recorrido con cuatro producciones discográficas.
Tras dos años de gira, la banda entró en un periodo de crisis: primero por la asimilación de lo que había pasado gracias al fenómeno “Toro” y por otro al cuestionarse ¿qué sigue?. Su líder Álvaro Arizaleta también atravesó por una fuerte introspección que lo estaba sacando de su centro. En ese tiempo, coincidió la noticia de unas ballenas encalladas en San Sebastián, algo extraño y peculiar que le dio a Álvaro el concepto para salir adelante.
La solución: despegarse de todo, irse a un pueblo cercano a los Pirineos y concentrarse para buscar ese sonido. Lo que originalmente era un plan de un mes, se extendió a tres y el resultado fue Ballenas Muertas en San Sebastián, un material oscuro que habla de la decadencia cotidiana e indiferente externa e interna. Musicalmente lograron llevar al extremo algunos de los trucos que ya sabían y que los logró llevar a un nuevo lugar.
Para adentrarnos a este sitio, platicamos con Álvaro Arizaleta.
¿Por qué se desconectaron del mundo para hacer este disco?
Tras dos años de estar de gira con el disco Diamantes, al final nos encontramos con que queríamos hacer un nuevo disco. Yo sabía el concepto el disco pero no encontrábamos el sonido, estábamos atascados en ese sentido. Cambiamos de productor y nuestro bajista tomó ese papel.
Decidimos irnos a Bigüézal, un pueblo tranquilo cerca de Pamplona y muy cerca de los Pirineos que en verano se llena, pero en invierno se queda incomunicado por la nieve. Lo escogimos para desconectarnos con la intensión de crear un trabajo y concentración con una rutina diaria para sacar el disco adelante. Originalmente era un mes lo que nos tradaríamos, pero fue tan positivo y bueno que se extendió a tres meses.
Supe que el único contacto que tenían con el mundo era con un teléfono en el pueblo, ¿cómo sientes que este retiro afectó el resultado final?
Es curioso, porque el entorno era la montaña y nos bajábamos a bañar a un río cercano, había paseos… el entorno era muy bonito para haber hecho un disco tan oscuro. No fue una situación claustrofóbica, mas que nada cuando te concentras en un espacio donde no hay tantos estímulos externos donde te levantas y vas, te centras mas en la idea que quieres trabajar y te acercas más a este sonido.
Lo que sí nos sirvió de inspiración fue la casa donde trabajamos, ya que se caía en trozos y reflejaba mucho la crisis y decadencia que quisimos transmitir en el disco. El verano transcurrió muy bien, a pesar de que pensábamos que la experiencia fuera arriesgada y acabara perjudicando el resultado final. Pasó muy bien y la banda salió reforzada.
¿Fue un reto para ustedes estar tanto tiempo juntos?
Sí. Antes de ir a la casa empezamos trabajando con el otro productor pero sentía que ya habíamos cerrado el ciclo y no tenía la energía necesaria para hacer otro. Aparte yo me encontraba en una crisis y la banda me apoyó en esta aventura para grabar el disco así.
Supongo que gracias a este aislamiento se hizo más latente su visión hacia lo decadente del mundo contemporáneo que tristemente lo vemos cada vez mas cotidiano
Tenía claro que el disco giraría en torno al fin de una etapa. Hablamos de dos niveles de crisis: uno es el que está atravesando Europa, mas en específico España, y la otra es la crisis personal. No me atrevería a decir que es un disco político porque no tenemos la autoridad moral para señalar culpables porque todos hemos colaborado en este hundimiento. Lo que hacemos son retratos de esa decadencia, algunos más surrealistas que otros. Como artista no podíamos darle la espalda a este momento y esto se nota en las letras y una producción más industrial. Bajo estas ideas y este concepto por primera vez podría decir que es nuestro disco más conceptual.
¿No les ha costado mucho trabajo la traducción en vivo de lo que hicieron en el estudio?
Ha sido un gran reto llevar toda la atmósfera en vivo al escenario. Después de 20 conciertos notamos que gana mucho en vivo.
“La lombriz de tu cuello” es una canción que en el disco suena descontrolada, supongo que en vivo ha de ser aún más
Hemos cambiado la introducción y le hemos hecho más directa. Es de esas canciones que van al cuello desde el primer segundo.
¿Por qué el disco no ha sido editado en México?
Conforme sacamos más discos menos sé de esta industria. No podría decirte cuál es la razón. Si aún estamos a tiempo de editarlo lo haremos.
A pesar de ello muchos mexicanos están emocionados por verlos. Se agradece que en el disco no se note la obsesión por hacer un nuevo “Toro”
Mucha gente nos ha dicho eso, pero la verdad es que no queríamos hacer algo así. Cuando hicimos “Toro” no sabíamos la repercusión que tendría porque ese tipo de canciones no se buscan, mas bien surgen. Cuando las buscas quedas en evidencia y queda mal. Queríamos hacer un disco diferente y reflejar un momento en particular.
La última vez que vinieron me comentabas que Cristina tomaría un papel más importante en El Columpio
El tener a alguien como Cristina nos dio más capacidad de movimiento y de crear espectros más amplios. En este disco jugamos el Policía Malo y Policía Bueno al dejarle las más dulces a ella y más agresivas a mí.
¿Cómo te enteraste de la noticia de las ballenas encalladas?
Fue algo que pasó creo que en 2013; vi en la portada de un periódico unas ballenas que quedaron varadas en las playas de Donostia en San Sebastián, la cual irónicamente es una zona más burguesa. Fue una imagen tan brutal que no se me podía quitar la idea porque como metáfora quedaba perfecto.
Es interesante porque puede interpretarse desde un instinto erróneo hasta un suicidio premeditado
Mas bien yo creo que es una ballena que se perdió y acabó en una lugar equivocado. Siento que nos estamos perdiendo y no sabemos a donde vamos.
¿Cuál canción de Ballenas Muertas en San Sebastián crees que haya reflejado un lado más oculto de tí?
Hay muchas porque es un disco muy personal y por lo mismo siento que cerré una etapa personal importante. Hay muchas canciones, pero una en particular es “Anzuelos“, la cual es una de las menos comerciales. En lo artístico la que más me gusta es “Escalofrío” por su base rítmica tan enfermiza, repetitiva y machacona.
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