Por Diego Álvarez Rex
Fotos Roja (Claudia Ochoa)
En un capítulo más de ‘Marcas que enajenan a su mercado’, Harley Davidson siguió el ejemplo de Vans y Jack Daniels apostando sencillamente por un nombre trendy e indie para la muchachada que posiblemente no comprará una motocicleta Harley o peor aún, ha considerado siquiera en subirse a una… pero ¡Hey! ¡Es Portugal. The Man en el Plaza Condesa!
El acceso se hizo ridículamente prolongado ya que no fue sino hasta pasadas las nueve de la noche que se pudo entrar al recinto ‘adecuado’ al show con motocicletas colgando y tarimas sobre el escenario que posteriormente serían reveladas como paredes para hacer una activación de parkour… ¿para motociclistas? En fin, la promesa de un show de esta banda mitad de Alaska mitad de Pórtland tras sus visitas al Indio Emergente y el Corona Capital era muy atractiva ya que tanto su fama como su presencia en escena ha crecido y evolucionado en un nivel de Psicodelia bien frita que va de la mano con la inminente saturación de bandas “psych” hoy día como Moon Duo, TOY, Lumerians y sí, Tame Impala y The Black Angels.
Dadas las diez de la noche la jornada musical inició con una “banda en vivo” digna del mejor restaurante de Polanco ya que ni covers ni DJ sino simplemente canciones de ‘la-la-la’ y aplausos para amenizar se dejaron escuchar recordando que a final de cuenta los coordinadores de mercadotecnia y eventos poco saben diferenciar entre un “evento para clientes” y un “concierto” y… vaya, qué porquería de acto telonero.
OK, eran las once y lo bueno estaba sucediendo, no, no el parkour sino la llegada de los triunfales Portugal. The Man a uno de los escenarios que en tan poco tiempo se ha vuelto consentido del público local gracias a sus dimensiones y calidad en acústica que justo esa noche se hizo la estelar ya que en ningún momento dejó de tronar con potencia y nitidez; “¡Hola México, es genial regresar! y listo, arrancan con “Purple Yellow Red and Blue” que se hace acompañar con proyecciones de ojos y colores y cosas bien “fumadas”.
Entrados en el tema del concierto, la banda ahora se le da mucho el jam y extender sus piezas en texturas muy bien logradas en las que intercalan fragmentos de otras canciones, específicamente cóvers a bandas como Oasis, Pink Floyd y The Beatles y hasta del programa de televisión It’s always sunny in Philadelphia llegando a versiones que duraron hasta diez minutos de reverberación por pieza.
El concierto fue uno de los grandes en lo que va del año ya que la banda fue versátil y entregada, el público que se veía más que contento aún con que el grupo no interpretara algo previo a The Satanic Satanistic y se concentrara primordialmente en Evil Friends que, al final, demostró ser una pieza en vivo que sobrepasa a la banda misma por su abrasiva capacidad musical y potencia digna de las mejores bandas de Psicodelia que hay hoy día.
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