Por Chulo Castizo
Con motivo de la visita a la Ciudad de México, que marcará el final de la era de más reciente LP Ballenas Muertas en San Sebastián, tomamos unos minutos con el alma máter de esta banda para conocer cómo se gestó este material.
Con osadía, disciplina y voluntad, El Columpio Asesino, entraron a grabar con nuevas perspectivas y de manera concienzuda en una casita de un recóndito paraje del Pirineo Navarro, y así nos lo explica Álvaro: ”La aventura de buscar una casa fuera de la ciudad, surgió del bloqueo, porque pretendíamos una idea clara de lo que queríamos hacer, pero nunca terminó de arrancar..”
Un decisión a favor, y la Sierra del Roncal estimularon la creación: ”Es un lugar precioso en donde nos encerramos y nos pusimos a grabar. Estuvimos recluidos durante cuatro meses, sin apenas distracciones, el único punto de internet era un lugar muy concreto de la plaza del pueblo, y de ahí fue de donde salió el disco enteramente conformado con todas las piezas del puzzle que conseguimos armar con Daniel Ulecia, nuestro bajista como productor, fueron meses conviviendo juntos duros e intensos, pero, finalmente fue todo muy bien”.
La carga por sacar adelante este proyecto tiene unas bases asentadas en la New Wave, y muy orientadas a la pista de baile, con su industrial martilleo, dadaísta con proclamas,
y sonidos compulsivos, que hacen por dejar atrás el incisivo éxito de Diamantes (Mushroom Pillow, 2011), y completar un disco enteramente Kraut, con el metal y los cristales rotos habituales de El Columpio Asesino.
Con la tranquilidad y el sosiego de la Sierra del Roncal, y les sale un disco con más aristas que ramas de árbol: “Personalmente opino que eso es un mito, no tiene nada de influencia el lugar tan impresionante en el que estábamos trabajando con el resultado final del disco, absolutamente nada, el resultado de un trabajo nada tiene que ver con el dónde estás, al final este sonido tan Industrial que nos ha salido en un medio tan idílico lo dice todo de nosotros.…”.
La paranoia y la intensidad desquiciada de su tema adelanto “Babel”, se plasma de lleno en el Kraut rock de “Ballenas Muertas en San Sebastián”, con temas como “Escalofrío”, o “A la espalda del mar”.
Les ha sido un disco redondo, con tiempo para diversas escuchas en donde apreciar tantas y tantas aristas, con flirteos hasta con el Trip Hop, pero, por encima de todo resuenan ecos de la paranoia desquiciada de Suicide o los hilos experimentales de Einstürzende Neubaten, además de The Velvet Underground, o Pixies, que siempre figuran en su historia personal.
Para entender lo desquiciado de los sonidos de El Columpio Asesino, nos metemos en su piel para ver con sus ojos acontecimientos ya pasados, como el premio que ganaron para girar por cárceles, algo que les hace pensar aún a día de hoy.
La verdad que sería más excitante tocar ahora, aquella experiencia fue excitante y extraña a la vez, no fuimos conscientes de lo que significaba en aquel momento, hacíamos el show, y al terminar nos dejaba un sabor agridulce, cuando te das cuenta de que la mitad de los que están dentro son pobres diablos, sobre todo por problemas de drogas, quitando ese porcentaje de asesinos, hay gente buena, que se agarraron a un clavo ardiendo en el mundo de las drogas, y lo están pagando muy caro…”
“En este sentido, saltó una noticia de una cárcel que fue construida en España, y que es la más grande de Europa, pero, que a día de hoy está inoperante, totalmente vacía, fíjate, yo la rellenaba en dos días con todos estos mangantes del país”.
En toda su extensión El Columpio Asesino se nutre de clásicos de la tierra, de Evaristo de La Polla Records, o de Enrique Villarreal “El Drogas” de Barricada.
Mi hermano y yo hemos escuchado su música, descendemos de la música de aquellos artistas, en una época en donde el Rock estaba muy politizado, con la movida en Madrid que era muy hedonista, y en el norte con mucha mala baba, con esos sonidos punzantes y contestatarios que podías ver en grupos como Eskorbuto, La Polla Records, MCD, Kortatu y toda la escena del Rock vasco.
Y para desconectar de la música: “Practico mucho deporte, y leo mucho, ahora estoy leyendo el libro de David Byrne, Cómo funciona la música, en donde reflexiona sobre varias cuestiones relacionadas, un ensayo alrededor de la música, muy bueno, con una manera llana y sencilla de escribir, y toca algunos conceptos profundos y complicados, además de otros libros, como A girl in a Band de Kim Gordon, o El Dios de las pequeñas cosas, de Arundhati Roy.
Pensando en dotar de alguna remezcla de alcance con algún tema del disco de Ballenas muertas en San Sebastián con algún artista mexicano, tal y como hizo David Kano en España para las pistas de baile de México, no se les ocurre otro que no sea el IMS, aunque ante la ocurrencia de introducir a Siverio en una posible acción en conjunto, la conversación se cierra con una sonora carcajada por lo divertido del personaje en cuestión.
