Temples
Volcano
Rough Trade
5.7
Por José Marr @JR_Marr
Crazy Rhythms Music
Temples nos dio uno de los mejores discos seguramente de toda esta década. Se instaló como un nuevo gran nombre que llegó por esa puerta del Rock Psicodélico de la nueva era que abrió Tame Impala con su álbum debut, y aún así, lo hizo con su aporte particular. Sun Structures, con sus 12 cortes, les valió para irse a dar una vuelta por todo el mundo en cada piso y festival, así que la tarea que afrontaba la banda de Kettering, era más que sólo hacer un gran disco, era consolidar todo ese talento vertido en su placa de hace tres años. Sin embargo, el haber tenido casi el mismo proceso creativo y libertad no ha servido de mucho para los comandados por James Bagshaw, quien aquí de nuevo se ha encargado de la producción en este compendio llamado Volcano.
Así que mientras Sun Structures era un viaje espacial, onírico, irreal, de densidades, ácido y psicodélico en donde Temples era capaz de mostrar en una canción sus reacciones ante la luz solar (aludiendo a su nombre), y asimismo, podía ofrendar algo orgánico y cambiante como “Keep In the Dark“, un cántico sublimado como “A Question Isn’t Answer“, o ese calidoscopio 70s formidable llamado “Colours To Life“; Volcano desde un comienzo rompe y deja claro que no serán capaces de equiparar esos niveles de magia; en cambio, a pesar de que el título del álbum pueda indicar fuerza y calor, las ilustraciones tanto de éste, como de los sencillos previos llenas de colores chillantes y bordes burbuja en conjunción con el acaramelado sonsonete de “Certainty“, indican que efectivamente sí es una erupción, pero una erupción de dulce y colores arcoíris.
Esto es ciertamente desconcertante, le han quitado un peso sustancial a las guitarras y Bagshaw la mayoría del tiempo está adherido como melaza al borde sonoro, por lo regular cantando por encima de las notas en vez de dibujando una linea vocal con vida propia. Lejos de la identidad que mostraron en Sun Structures, ahora parecen una nueva banda que busca su identidad entre Tame Impala, Passion Pit y Cut Copy. No podría negarse que “All Join In” con su linea de teclado eclesiástica encima de los beats pequeños alientan a que habrá una gran canción, y la verdad el gancho vocal y los cambios de color la vuelven una travesía interesante. Sin embargo otros puntos como “Celebration” o “Roman Godlike Man” se ensucian y se entorpecen en el afán de querer ser particulares, principalmente por lanzar de inicio el hook sobre el cual van a partir, de ahí en adelante seguir con el típico verso-coro-verso-coro y volver a martillar con el hook haciendo bastante predecible y pobre su oferta, en peores casos tratan sólo de ir de un punto A a un punto B o de menos a más como el caso de “Oh The Saviour“, para únicamente terminar saturando con todos los elementos hacia final.
No es que todo esté perdido, no es que Volcano sea flojo por no parecerse a su otrora, pero hay algunos momentos lúcidos que presumen en gran forma las cualidades de este nuevo álbum. “Born Into The Sunset” de nuevo, pone el riff de sintetizador al comienzo, abren el abanico y de repente todo el esplendor fluye, falsetes encima de cuerdas inertes, incluso el estribillo toma un giro hacia donde hierven loops y cortinas corales pasan en segundo plano. “Strange Or Be Forgotten” es un asunto más mesurado, de percusión antigua, y en donde una lluvia de motas de teclado y notas de guitarra alumbran el lúgubre ambiente, Bagshaw casi canta como Kevin Parker y todavía juegan magnífico con las tonalidades y cómo suben hacia el radiante estribillo. Hablando de algo novedoso, el uptempo aerodinámico de “Open Air” es algo inédito en su catálogo, pero lo manejan bastante bien, demuestran que también pueden andar por el cielo azul y no sólo por el espacio.
Es lamentable la falta de sorpresas, la falta de una confirmación a lo que fue Sun Structures. Irónicamente lo que más ha llevado abajo a un disco como Volcano es caer en todo el compendio, en estructuras fáciles y demasiado convencionales, sí, hay un envoltorio excelso arriba, pero no hay nada qué descubrir abajo, incluso en las letras, que más allá de su propio título de canción no guardan mucho. Volcano es un mundo alegre, de colores esplendorosos y exuberantes; la mayor carencia son el tamaño de canciones memorables como las que nos dieron en su debut.