Sodom
Strike Master
Nightbreed
Por Manuel Castillo @MrCastleManu
Tuvieron que pasar cuatro años para que Sodom regresa a nuestro país, una banda con una larga historia de culto en México y que sin duda verles en un foro dentro del circuito Roma-Condesa es un gran salto y muestra de cómo no hay imposibles para los géneros extremos.
Presentando oficialmente su álbum número quince, Decision Day, la banda fue acompañada de dos bandas de calibre en el movimiento del metal local, primero Nightbreed a quienes hemos visto en incontables Hell & Heaven Metal Fest, tocaron apenas para un puñado de personas quienes seguramente tuvieron que abandonar las comidas y fiestas del día del padre para llegar al sagrado ritual del metal desde temprano.
Para cuando los consentidos de la capital, Strike Master llegaron al escenario, ya se pudieron ver los primeros moshpits en lo que eventualmente sería un show de localidades totalmente agotadas. “Merciless Machine”, “Majestic Strike” y “OMD” sonaron potentes y nítidas… al menos un rato hasta que el sonido de la guitarra murió dejando el cierre de su presentación algo desangelada.
Ya entrada la noche, Tom Angelripper y compañía llegaron imponentes, grandiosos y sobre todo precisos. Una nube mortífera de un innecesario hielo seco cubrió por completo el escenario al momento que comenzaron a tocar, pero mientras avanzaba el concierto para llegar al momento en que la banda le hace homenaje a The Trashmen y luego a Motörhead ya pudimos ver siquiera las barrigas de los músicos.
No pueden faltar los “Olé, olé, olé…” en los conciertos de metal clásico, mientras los aplausos y agradecimientos de la banda les siguen como si fuera intercambio. Clásicos atemporales del Thrash metal sonaron casi tan duro como los gritos de los presentes: “Outbreak of Evil”, “Remember the Fallen”, “Sodomy And Lust” y más dejaron ver golpes, brincos y melenas en las caras de otros sin tregua alguna. Ya hacía rato que no había metal en SALA Corona.
Ya por el final y sin dar un encore o algún tipo de regalo espacial, Tom se despidió del público al intercambiar su remera con una que le fue aventada desde el público, para seguir con la regaliza de baquetas, plumillas y el setlist para terminar todo con las mortales “Ausgebombt” y “Bombenhagel”. Un gran concierto que toda la noche sonó con calidad y dejó en claro que tras un evento donde público, producción y banda dan todo de si, el metal sigue mandando en México.
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